Este elemento se utiliza para roscar la parte hembra. También puede utilizarse para el roscado a máquina. El macho es una herramienta de corte con la que se hacen roscas en la parte interna de agujeros en una pieza, que pueden ser de metal o de plástico.
Esta herramienta sirve para obtener roscados interiores de diámetro limitado. Está conformado por un elemento cilíndrico o parcialmente cónico, semejante a un tornillo y cuya rosca posee las mismas características geométricas que la tuerca con canales longitudinales para la salida de la viruta.
El roscado manual se utiliza en mantenimiento industrial y mecánico para repasado de roscas, en instalaciones y montajes eléctricos. Para efectuar el roscado a mano se emplea generalmente una serie de 3 machos de roscar en forma sucesiva: el primer macho tiene una entrada larga, completamente cónica y carece de dientes, se utiliza para comenzar y guiar la rosca; el segundo cónico sólo en el extremo se usa para desbastar la rosca y, el tercero totalmente cilíndrico que es el que acaba y calibra la rosca.
El roscado industrial, o en serie, emplea un solo macho de roscar, cónico en el extremo y cilíndrico en el resto; se realiza en cambio con machos de roscar a máquina. El roscado se ejecuta sobre agujeros de piezas que han sido con anterioridad taladrados, unos con agujeros ciegos y otros pasantes. El agujero pasante es el que atraviesa todo el metal y el ciego es aquel que tiene una determinada profundidad, pero no llega a traspasar la pieza que está perforando. Podemos diferenciar el roscado a máquina en dos tipos, el primero se efectúa con machos de roscar de arranque de viruta y el segundo con machos de laminación.
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