Un manómetro es un instrumento empleado para medir la presión de un fluido o gas en el interior de un circuito. En las instalaciones de aire comprimido, son instrumentos vitales para la información, regulación y control de los compresores, secadores o filtros.
Disponibles varios tipos de manómetros:
Manómetro de panel, manómetro radial, manómetro posterior, manómetro brida, manómetro con glicerina etc..
El funcionamiento de un manómetro es el siguiente: el medidor contiene un cilindro metálico. Al medir un gas o un líquido, se presiona el cilindro elástico del medidor. Posteriormente, el cilindro se deforma y se convierte en un medidor que permite leer el resultado.
Qué manómetro elegir depende de varios factores:
- La cantidad de presión (bar) que el manómetro debe poder medir. Nota: la presión a medir no debe ser mayor que 2/3 de la escala del manómetro para que el medidor pueda absorber posibles picos de presión.
- ¿Para qué tipo de fluido o gas desea medir la presión? No todos los manómetros son adecuados para cualquier fluido o gas. Esto depende de la agresividad de las sustancias. Un manómetro puede estar hecho de bronce fosforoso, que no es resistente a los gases y fluidos agresivos. ¿Quiere medir la presión de sustancias agresivas? Entonces opte por un material resistente como el acero inoxidable.
- La temperatura ambiente y la temperatura del fluido o gas a medir.
- Un manómetro también puede contener un líquido, llamado glicerina. Estos manómetros con glicerina están destinados a mediciones en las que pueden producirse grandes picos de presión, vibraciones o sacudidas. El líquido sirve para garantizar que esta presión se absorba en el manómetro. La glicerina evita el desgaste gracias a su efecto amortiguador.
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